sábado, 7 de mayo de 2016

¿Pueblo antidemócrata?

"Pueblo antidemócrata" son dos conceptos que no tienen sentido juntos.
He estado más de lo que me gustaría admitir pensando en estos términos, en su significado y en las consecuencia que conlleva que estén tan juntitos.

Voy a aclarar porqué no tienen sentido, desde mi punto de vista, que pueblo antidemócrata exista como concepto político.
El pueblo es el pueblo. El pueblo eres tú, soy yo, y todas las personas que formen una comunidad, normalmente gobernada por un o unos sujetos.
Democracia es el poder en ese pueblo. Quiere decir que ese conjunto de personas, la ciudadanía, tiene la capacidad de elegir sus leyes, sus gobernadores, sus normas, etc.
Por lo que, ser un pueblo que no quiere tener poder y prefiere cumplir una serie de normas impuestas, no tiene sentido. Renunciar a un derecho no tiene sentido.

Pero eh, que este concepto no me lo he inventado. La historia me ha permitido aprender que han existido sociedades antidemócratas. Tal hecho me parecía algo tan absurdo que no lograba comprenderlo del todo. Fue mi clase la que me enseñó que si era posible que existiese un pueblo antidemócrata.

Antes de contar la anécdota que me hizo recapacitar sobre esta idea, os he de poner en situación.
Estoy cursando 2º de Bachillerato, y mi clase está compuesta por dos grupos: uno está estudiando Humanidades y otro Sociales. Cada tipo de bachillerato tiene asignaturas distintas, por lo que es común que nos pongan exámenes en días diferentes.
A lo mejor los de humanidades tenemos el lunes un examen de latín y los de sociales el miércoles de economía.
El problema llegó cuando tuvimos que fechar un examen de filosofía, una asignatura que cursamos ambos grupos. A ninguno nos venía bien ninguna de las dos opciones. Intentamos llegar a un consenso, pero ninguna de las dos partes cedía. Ambos grupos teníamos exámenes importantes en las dos posibilidades. Si poníamos el lunes el examen de filosofía coincidía con el de latín, y si lo poníamos el miércoles coincidía con el de economía. Estuvimos unos 10 minutos gritando (sí, gritando, porque todos queríamos hablar por encima de los otros) nuestras opiniones. Nosotros teníamos el poder de poner el examen el día que mejor nos viniese, éramos una clase demócrata. Éramos, si, en pasado.
Viendo que nuestro pequeño gobierno no llegaba a un acuerdo, alguien dijo "Profe, elije tú el día y ya está"
Y todos le apoyaron.
Y me entristecí.
Vi en mi propia clase, en un grupo del que yo formo parte, un grupo que tenía libertad para elegir, cómo le otorgábamos el poder a un ser "superior" dejando que él decidiese nuestras normas.
Nos volvimos antidemócratas con ese "Elije tú el día" .

Esta anécdota es sólo un ejemplo de cómo si puede existir un pueblo antidemócrata.
Posteriormente me enteré de que en la dictadura de Franco, todos los partidos de ultraderecha que apoyaban aquel sistema político, se llevaban a matar y eran incapaces de ponerse de acuerdo en la mayoría de las cosas. Pero le habían otorgado el poder absoluto a una sola persona que parecía contentar a todo el mundo. Ellos mismos habían aceptado la antidemocracia.

Todo esto son ideas que no suelen gustar cuando las expreso en voz alta y que suelen ser contestadas con un "Ay Celia por favor, qué extremista eres".
Pero ahora pienso una cosa.
¿Qúe pasa con la España actual?
Nos encontramos en un período convulso en el que cuatro partidos políticos están luchando por el poder. Se reúnen, hablan, pero no se ponen de acuerdo. No tienen ni idea de como salir de esta situación porque no hay un ser "superior" que les diga lo que deben hacer.
Todavía.

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